viernes, 24 de junio de 2011

CRÍTICA DE "UN CUENTO CHINO"

El viernes pasado se estrenó en España "Un cuento chino", tercera película de Sebastián Borenzstein con un gran éxito de crítica y de taquilla. Casi 100.000 espectadores fueron a verla solo en su primer fin de semana en nuestro país, en los 114 cines en los que fue estrenada, cosechando más de 400.000 €, más de 3.500 € de cuota de pantalla (la mejor de entre todas las películas en cartelera), lo que le valió para entrar directamente al quinto puesto, y para incrementar el número de salas en las que se proyectará: ayer tuve la oportunidad de verla en los Cinesa Parquesur, donde no estaba el fin de semana anterior.




"Un cuento chino" es una coproducción entre Tornasol y Pampa Films, y por lo tanto, una coproducción Argentina-España. Roberto, un ferretero marcado por un duro revés que arruinó y paralizó su vida hace más de veinte años, vive atrincherado frente al mundo y en completa soledad. Sin embargo, un día, un extraño acontecimiento logra sacarlo de su aislamiento y ponerlo de nuevo en contacto con el mundo. Y este acontecimiento no es otro que la llegada casual de Jun, un chino que no sabe nada de español, a su vida.

La película podría haber sido una película interesante, sin más, de haber contado con un buen actor (y ojo, que no estoy diciendo un actor normalito, estoy diciendo un buen actor) en el papel de Roberto. Pero dicho papel recayó en las manos del gran Ricardo Darín, y este eleva la nota del film hasta dejarla en un notable. Un Darín que lleva todo el peso de largometraje, que aparece en todas las escenas de este, desde la primera hasta la última, brillando en todas y cada una de ellas. Recupera para la ocasión Borenzstein al Darín más cómico, ocultándolo detrás de un hombre rutinario, ermitaño, amargado... Un papel similar al de "El hijo de la novia", pero elevado a la máxima potencia.

Borenzstein se pone el disfraz de cuentacuentos, como ya hicieron, salvando las distancias, Tim Burton en "Big Fish", o Jean Pierre-Jeunet en "Amelie", o Javier Fesser en "Camino", para contarnos este sencillo cuento chino de casualidades, de absurdos, de sinsentidos, de amistad, de tolerancia, de amor, del pasado y de sus consecuencias, del futuro y de sus posibilidades, e incluso de vacas que caen del cielo. Para ello nos mete en la piel del hombre que colecciona las noticias más increíbles que encuentra en los diarios, que las recorta y las pega en un álbum, que piensa que "la vida es un gran sinsentido, un absurdo"...hasta que se encuentra con el protagonista de una de esas noticias que colecciona. Y ambos protagonistas, juntos, van escribiendo su propio cuento, cada uno el suyo, en busca de un final feliz para los dos.

Una comedia, sí, pero una comedia agria, que conecta desde el principio con el espectador. Un film, como ya hemos dicho, para el lucimiento de Ricardo Darín, pero sin olvidarnos de Ignacio Huang (en el papel de Jun) que nunca desentona, nunca queda por debajo de tan inmensa interpretación de su partenaire. Una película amena, entretenida, distinta...que no se arrepentirán de ver.

Mi valoración: 7

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