jueves, 31 de marzo de 2011

XIV FESTIVAL DE MÁLAGA DE CINE ESPAÑOL (VII): CRÍTICA DE "OPEN 24H"

El domingo, además de "Cinco metros cuadrados", sobre la que ya hemos hablado en este blog, se presentó en el Festival de Málaga otra de las películas aspirantes a levantar la Biznaga en la Sección Oficial de Largometrajes, "Open 24h", una propuesta independiente de Carles Torrás, dirigida y producida por él mismo, con proyección internacional. Esta es su tercera película tras las interesantes "Jóvenes" (esta junto a Ramón Termens, que también está presente en Málaga con "Catalunya Über Alles!") donde nos presentó a actrices que en este momento están tomando relevancia como Aina Clotet o Natasha Yarovenko, además de su actriz fetiche, Judith Uriach; y la premiada "Trash", con Óscar Jaenada y Assumpta Serna, que ya compitió en 2009 en este festival.


La propia sinopsis de la película nos cuenta que "Open 24h" es la historia de Héctor, un joven que trabaja como vigilante nocturno y que debe cuidar de su hermano que padece una minusvalía física y psíquica. Héctor lucha día a día para salir adelante, pero los problemas se le acumulan. Un juicio pendiente, un trabajo agobiante, un padre maltratador… Héctor trata de no hundirse, pero solo consigue vivir en un letargo permanente. Un letargo del que puede ser peligroso despertar...

No puedo estar más de acuerdo, la vida de Héctor es un letargo permanente. Un letargo en el que nos adentra a todos. La película se pierde entre silencios y largas escenas en las que no pasa absolutamente nada, resulta pesada, incómoda y aburrida para el espectador, cuyo mayor aliciente puede convertirse en el de luchar por no quedarse dormido en su butaca.

"Open 24h" es un largometraje muy corto, solo 70 minutos. Pero es que de esos 70 minutos, le sobran, al menos 50. Podría haber sido un cortometraje interesante de haberle restado esa cantidad de tiempo. Pero es que estos 50 minutos han sido utilizados para incluir, además de incómodos silencios, pequeñas tramas sin ningún tipo de interés para el espectador, ni para el resultado final de la película, hechas con el único fin de alargar el film. O de demostrarnos aún más la gran mierda, y perdonen la expresión, que es la vida de Héctor. No era necesario.

Parte de una premisa similar, salvando las distancias, a la de "Azuloscurocasinegro", ese peliculón que empezó su carrera fascinando en el Festival de Málaga, y todos sabemos el éxito que alcanzó. Sin embargo, esta se va mezclando con el color de su pantalla (está rodada en blanco y negro), para terminar convirtiéndose en algo así como "Grismuymuyoscurocasinegro"

Hay que reconocerle un buen trabajo, sobre todo del debutante protagonista Amadís de Murga, pero que es insuficiente para levantar el film. Ni siquiera el "sorprendente" final consigue alterar el resultado. Ni desperezarte en tu asiento.

Una historia de marginación, minusvalías, malos tratos, soledad, rutina y dificultades sociales que no logra emocionar, no logra alcanzar el corazón. Es más, puedes pasar con completa indiferencia ante ella, no llegas a conectar con los protagonistas, a empatizar con ellos. Como si esto le estuviera ocurriendo a personas muy muy lejanas...

Mi valoración: 3

1 comentario:

  1. Muy interesante el trabajo de críticas que estás haciendo sobre el Festival de Málaga.

    Qué envidia no poder estar allí! Un saludo ;)

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