Segundo y último punto del día de nuestro "día sin cine". El pasado Viernes estuve en el Teatro Galileo viendo la obra de teatro "Elling", adaptación de la obra y, posteriormente, película noruega homónima, versionada por David Serrano (director, entre otras, de "Días de fútbol", o lo que es lo mismo, mi admiración absoluta), producida por Coté Soler, dirigida por Andrés Lima, y protagonizada por los magníficos Carmelo Gómez y Javier Gutiérrez, a los que acompañan Rebeca Montero y Chema Adeva, además de Mikhail Studyenov al piano. Y me gustó tanto, que me he visto en la necesidad de explayarme hablando sobre ella. Escribir simplemente unos pocos tweets se me quedó muy corto...
Y es que la mejor forma de describir "Elling" es decir que es un torbellino de emociones y sentimientos: una obra que te pone un momento arriba y al siguiente abajo, para luego volver a subirte arriba con mucha más fuerza, si cabe, que antes. Una obra que te mezcla una eterna sonrisa, con esporádicas e inesperadas lágrimas. Debe ser eso que llaman magia, y que pocos, muy pocos, saben lograr.
Elling (Carmelo Gómez) y Kjell Bjarne (Javier Gutiérrez) se conocen en un centro psiquiátrico, la noche que este primero es ingresado. Son compañeros de habitación. Dos desconocidos. Dos personas totalmente opuestas, que conectan rápidamente. Elling siempre va en pijama y a Kjell Bjarne no le gusta llevar pantalones. Dos años después, a Elling y a Kjell les dan la oportunidad de otorgarles un apartamento, además de un salario, para ver si son capaces de convivir en sociedad, sin estar reclusos en el centro. Pero no se les permite fallar. Si lo hacen, volverán al psiquiátrico.
Este es el punto de partido de la obra. El final es una sala que se levanta, que se pone en pie, que regala una interminable y merecidísima ovación a los cuatro protagonistas, más el músico, que les han conmovido, enternecido, impresionado y estremecido durante dos horas que se han pasado como si de 15 minutos se tratase, acompañado de "bravos" y más "bravos", por los cuatro costados. Sí, por los cuatro. Porque el escenario está en el centro, y alrededor de él, ya mires al sur, al norte, al este o al oeste, siempre hay público. Pegado a los actores.
Y es que tener a escasos centímetros (yo, que estaba en primera fila, incluso rozando en alguna ocasión) a estos dos dinosaurios de la interpretación, llamados Carmelo Gómez y Javier Gutiérrez, dando una auténtica lección en forma de una maravillosa actuación cargada de talento y locura antes tales complicados papeles, es realmente fantástico. Bordan sus opuestos personajes. A nadie los vamos a descubrir ahora...o quizás sí, porque aquí, así, los he visto brillar más que nunca. Y teniendo en cuenta quienes son, un más que nunca, son palabras mayores. Además, emanan química a toneladas, su compenetración es total.
Papeles menores, pero no menos brillantes, firman el veterano Chema Adeva y la angelical Rebeca Montero. Ambos con dobles interpretaciones, como el poeta Alfons y el asistente social Frank Asli el primero; y como Reidunn y la enfermera Gunn la segunda.
Madrileños, aprovechen para ir a ver "Elling" ya, que solo le quedan tres semanas aquí. Para acabar, y resumiendo, como diría Kjell Bjarne...¡esta es la mejor obra de teatro que he visto en mi puta vida!
MI VALORACIÓN: 9
Yo la vi en mi ciudad, Sevilla, y fue espectacular, entrevisté a Javier Gutiérrez y fue un encanto de persona, os dejo los enlaces
ResponderEliminarhttp://elrinconcillodereche.blogspot.com/2011/10/carmelo-gomez-y-javier-gutierrez-traen.html
http://elrinconcillodereche.blogspot.com/2011/10/dos-entranables-renglones-torcidos-de.html (Crítica)
Yo la vi cuando la estrenaron hace poco en madrid y cuando entré al teatro me decepcioné un poco porque es muy pequeño y el escenario tenia asientos a los cuatro lados... a mi me tocó sentarme justo detrás y pensé que iba a estar toda la obra viendoles la espalda ... pero no fue así... interacturaon con el publico muchisimo!!!
ResponderEliminarLe doy un 8.