XIV FESTIVAL DE MÁLAGA DE CINE ESPAÑOL (VI): CRÍTICA DE "NO LO LLAMES AMOR, LLÁMALO X"

"No lo llames amor, llámalo X" no opta a concurso oficial en el Festival de Málaga, pero sí fue pre-estrenada allí, donde, además de contar con el director, Oriol Capel, un nutrido grupo de sus conocidos actores estuvo presente (Paco León, Ana María Polvorosa, Julián López y Mariano Peña) para alegría de sus fans, que no pararon de gritarles, corearles, animarles, besarles, pedirles autógrafos y hacerse fotos con ellos. Y estos no defraudaron, se portaron de forma encantadora con todos los que estábamos allí

Pero vamos con la película. "No lo llames amor, llámalo X" es una nueva apuesta del cine español por un género, la comedia, que ha dado decenas de grandes títulos en los últimos años: la saga "Torrente", "El otro lado de la cama" y su secuela, "Días de fútbol", "Pagafantas", "Primos"... Se vende, y esto es una garantía, como una película de los creadores de dos divertidísimos films: "Que se mueran los feos" y "Fuera de carta". Pero esta parodia sobre el rodaje de una película pornográfica no llega a acercarse al altísimo nivel de las anteriores.

Oriol Capel, guionista de las dos últimas películas que hemos nombrado, además de la mítica serie "7 vidas", debuta con esta película, en la que apuesta por caras conocidas de la televisión como Paco León, Mariano Peña y Ana María Polvorosa (de "Aída"), Kira Miro ("LEX"), Adriana Ozores ("Los hombres de Paco"), Julián López ("Muchachada Nui"), José Luís Gómez ("La que se avecina"), Javier Gutiérrez ("Los Serrano"), Javier Mora ("El síndrome de Ulises")...

Pero falla. Es una comedia que entretiene, te va a hacer pasar un buen rato. Pero no es divertida. Al menos, no todo lo que esperaba. Te va sacando sonrisas en momentos puntuales, pero no consigue provocar sonoras carcajadas. Parte de una buena premisa, intentando mezclar tres historias de amor dentro del arromántico mundo pornográfico. Pero ni siquiera en estas historias, y perdonen el doble sentido, consigue profundizar.

La mejor noticia que nos trae el film es la confirmación (una más) de Javier Gutiérrez como uno de nuestros mejores secundarios de nuestro país. Sus escenas (sobre todo los gags del sofá, junto a su madre en la ficción) son lo mejor de la película, junto a las de Julián López, al que algunos empiezan a ver encasillado en el papel de "pringao graciosete". Y puede ser. Ha participado en los últimos meses en cuatro películas en las que ha tenido ese papel: el Rubén de "Pagafantas", el Bertín de "Que se mueran los feos", el Juancarlitros de "No controles" y este Lino de "No lo llames amor, llámalo X". Pero yo creo que hay que reconocerle que ha bordado los cuatro, haciendo suyos los muy distintos matices que tenían estos cuatro curiosos personajes. Yo, desde luego, pienso seguirle de cerca. Aunque quizás, si que sea este buen momento para probar un cambio de género.

La otra buena noticia es la aportación a la película de Ana María Polvorosa, a la que llevamos años viendo evolucionar en su papel como "La Lore" de "Aída", y que por fin, nos trae una buena contribución en la gran pantalla tras las fallidas "Mentiras y gordas" y "Atasco en la nacional". Cumple con nota en su interpretación de Lourdes, la inocente, atontada e ingenua joven que sueña con ser actriz, y que, casi sin darse cuenta, acaba en el porno.

Caso contrario al de Ana María parece sucederle a Paco León, que pierde su impresionante brillo cada vez que se aleja de "El Luisma". En esta, al igual que en sus anteriores películas, vuelve a ofrecer menos de lo que se espera de él, y eso es un problema cuando eres la principal estrella del film. También parece estancada la carrera de la explosiva Kira Miró, que no termina de transmitirnos la sensibilidad que su personaje podría haber explotado. Tampoco están del todo aprovechados los papeles de la gran Adriana Ozores y Mariano Peña. 

Como conclusión, podemos decir que "No lo llames amor, llámalo X" podría haber sido una mejor película de haber pulido algún que otro matiz más: deja la sensación de que ha sido hecha con prisa. A pesar de ello, tiene los mimbres necesarios para convertirse en una de las películas más taquilleras del año. Bueno para nuestro cine.

Mi valoración: 5,5